Ya había posteado algunos relatos de
Gerardo Bloomerfield, escritor de horror, que ha sido comparado con Horacio Quiroga (por cierto no he posteado nada de el, lo haré muy pronto). En palabras del periodista mexicano Luis Enciso: "este autor no nos habla de los típicos asesinos escondidos en los bosques, sino que el universo de Bloomerfield está plagado de depravados y pederastas que pueden ser parte de nuestra propia familia". Se presenta así mismo como un renovador del género horror y es posible encontrar en su obra desde las parafílias propias del Marqués de Sade (también pondré algunas cosas de el) elevadas a la enésima potencia, como elementos del cine Gore de los años 80’s. Muchos ven en la crudeza de sus relatos una forma de crítica social agresiva.
"Caperucita había rezado cada semana: primero a Dios para que la llevara al cielo , pero al ver que el creador no contestaba sus plegarias , y la bruja la recibía cada vez mas vigorosa al parecer por la crudeza de sus golpes, empezó a rezarle al príncipe de las tinieblas, a Lucifer para que la bajase junto a él hacia el infierno, ya que sin duda sería una muy buena adquisición para este lugar, en cuyo caso Caperucita se comportaría bien el resto de sus días con tal de no volver a verla luego de morir.....
Pero al parecer, o el Diablo tampoco quería a la abuela, o estaba bastante sordo últimamente, pues vez tras vez Caperucita golpeaba la puerta de la choza, con los pies amoratados de la caminata y vez tras vez la maldita abuela le abría, exigiéndole despectivamente los alimentos que traía en la pesada cesta....
Así que si ni Dios ni el Diablo escuchaban tendría que hacer algo al respecto...."
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